Por Ana Sánchez Aguilar
Graduada en Antropología Social y Cultural, Máster en Estudios Europeos y estudiante del Máster en Dirección Estratégica de Recursos Humanos.
Cuando vamos creciendo, vamos “tachando casillas” hasta que llegamos al objetivo que nos habíamos propuesto: terminar bachillerato, un grado medio o superior, terminar la carrera universitaria, etc. En esos objetivos fijábamos nuestra meta, pensando que pondríamos fin a nuestros estudios y podríamos dedicarnos a aquello para lo que nos habíamos estado formando.
Ello a veces es posible, otras veces no. Esas expectativas insatisfechas pueden generar frustración. Nos agobiamos, pensamos que no vamos a llegar al propósito marcado. Nos dicen que el mercado es cada vez más competitivo, que necesitamos más formación, más experiencia, y los metros hacia ese objetivo van aumentando.
Hace tres años terminé mi carrera en Antropología Social y Cultural, cursé un máster de Estudios Europeos y estudio en la actualidad uno de Dirección de Recursos Humanos. Hace tres años creí haber llegado a esa meta. Sin embargo, las ofertas laborales y empleos que he realizado van desde administración, atención al cliente, hostelería o dependienta en un mercadillo, entre otros.
Leyendo esto pensareis que debo sentirme frustrada, pero he decidido que quiero sorprenderos. Al contrario de lo que pueda parecer, en absoluto, y quiero animaros a que no os sintáis así. Sentimos frustración porque nos imaginábamos el objetivo más cercano, y vemos que no llegamos. A pesar de todo, me siento orgullosa por todo lo aprendido (principalmente sobre mí misma) con cada oportunidad laboral o de estudios.
¿Y si en lugar de poner la mira en la meta, nos centrásemos en lo que estamos realizando, animándonos a seguir, disfrutando, valorando el esfuerzo que hacemos en cada paso para continuar, y sacando fuerzas para alcanzarla cuando llegue el momento?.
"Ten a Ítaca siempre en tu mente.
Llegar allí es tu destino.
Mas no apresures nunca el viaje.(...)
(...) Mejor que dure muchos años
y atracar, viejo ya, en la isla,
enriquecido de cuanto ganaste en el camino
sin aguardar a que Ítaca te enriquezca.
Ítaca te brindó tan hermoso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino." - Constantino Cavafis
Encontrarás muchas adversidades en tu recorrido, pero de ellas y de las vivencias que te tocarán vivir aprenderás de ti mismo, de tus capacidades y del mundo laboral, aunque las oportunidades no respondan a tus expectativas. Pero cuando llegues a tu objetivo, todo el recorrido habrá merecido la pena, y quién sabe si esa “meta” habrá cambiado, o ya no será tan importante como al principio…
👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼
ResponderEliminar