Por Ana Sánchez Aguilar Graduada en Antropología Social y Cultural, Máster en Estudios Europeos y estudiante del Máster en Dirección Estratégica de Recursos Humanos. Cuando vamos creciendo, vamos “tachando casillas” hasta que llegamos al objetivo que nos habíamos propuesto: terminar bachillerato, un grado medio o superior, terminar la carrera universitaria, etc. En esos objetivos fijábamos nuestra meta, pensando que pondríamos fin a nuestros estudios y podríamos dedicarnos a aquello para lo que nos habíamos estado formando. Ello a veces es posible, otras veces no. Esas expectativas insatisfechas pueden generar frustración. Nos agobiamos, pensamos que no vamos a llegar al propósito marcado. Nos dicen que el mercado es cada vez más competitivo, que necesitamos más formación, más experiencia, y los metros hacia ese objetivo van aumentando. Hace tres años terminé mi carrera en Antropología Social y Cultural, cursé un máster de Estudios Europeos y estudio en la actualidad uno de Direcci...